Bajo los rayos, del sol más cruel de la tierra, duerme el niño de Somalia, a la sombra de la muerte.
Bajo otro sol distinto, juega el niño de occidente, con un juguete, en la piscina
¡los dos están llorando!
uno tiene sed,
al otro no le parece demasiado nuevo su juguete electrónico.
Bajo el mismo sol, dos hombres laboran los días,
a uno el sudor y el hambre le castigan las entrañas,
al otro, el aire acondicionado le refría la palabra.
Y el Papa, padre espiritual de todos ellos, organiza encuentros de miel.
En los ojos ardientes de Somalia, los niños mueren de hambre y sed.
Genial José...mi más sincera enorabuena por esta labor tan humanitaria que estáis haciendo tantísimos escritores.
ResponderEliminarAsí es...ésta es la cruda realidad, niños que mueren de hambre y sed, que lloran bajo ese sol que les abrasa, mientras los niños de occidente también lloran pero por algo material...No sabemos lo que tenemos.
Esas personas son las que realmente valoran de corazón todo cuanto se le ofrece.
Felicidades.
El barnner será colocado en mi blog, sin duda...
Besitos dorados a todos...os deseo mucha suerte..
Cuando un niño no tiene derecho a la infancia y a la vida, todos los juguetes del mundo se visten de luto.
ResponderEliminarMi admiración y apoyo por esta iniciativa.
Un abrazo.
Cruel realidad la que se puede apreciar entre tus líneas, José.
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