Ojalá llueva hoy, ojalá cientos de aviones sobrevuelen hoy Somalia y arrojen miles de toneladas de alimentos, medicinas, tiendas de campaña y todo lo necesario para salvar cientos de miles de vidas desde este mismo instante y hasta final de año, ya que según las previsiones, será la mayor catástrofe que ha padecido este país y ya van…
Pero hoy no lloverá en Somalia y apenas unas decenas de aviones llevarán comida, agua y medicinas para lo que realmente se necesita, un parche, una tirita que cauterizará la conciencia de algunas personas, hasta que llueva, hasta la próxima cosecha que pueda brotar en una tierra ya muy castigada, casi estéril.
Y de nuevo la pasividad internacional, de nuevo las guerras eternas seguirán diezmando a la población hasta la nueva hambruna que termine por aniquilar a todo un pueblo, a toda una nación.
Por este motivo, un puñado de poetas vamos a contribuir con lo que podemos, con nuestros versos y nuestras voces para mantener despiertas las conciencias, para que la indiferencia y el paso de los días no apague los gritos de la desesperación, de millones de seres humanos que han heredado el expolio de lo que de valor hubo en sus tierras por parte de los colonizadores occidentales, que les dejaron abandonados a su suerte y a la de las catástrofes naturales.
Somalia, Somalia, Somalia, hoy y siempre en el corazón de las gentes de buena voluntad.
Fernando Sabido Sánchez